La Princesa de los pobres tendría hoy 46 años
10 años de la muerte de Lady Di
La vida de Diana estuvo marcada por la traición, el abandono y las apariencias
Se equivoca quien piense que la figura mediática de la Princesa Diana se ha extinguido. De hecho, a 10 años de su trágica desaparición, está más viva que nunca.
Lady Di, quien fuera la mujer más fotografiada de su época, era la tercera de cuatro hermanos en el seno de la familia Spencer, que compartía antepasados comunes con los Windsor, la familia real británica. La separación de sus padres, siendo aún muy pequeña, la marcó de por vida y gestó en ella el sentimiento de abandono e inseguridad.
A pesar de una educación elitista, Diana creció y se sintió siempre una plebeya. Ella quería dedicarse a algo relacionado con el teatro, la danza o la música, e incluso trabajó como niñera en Londres. Sin embargo, el destino le tendría preparada muchas sorpresas.
En 1981 Diana se casó con el príncipe Carlos, heredero de la corona inglesa, en lo que fue considerada ‘la boda del siglo’, evento que volvió loco a los medios de comunicación y al mundo entero.
La belleza natural de Diana, así como su timidez y simpleza, generó una empatía con la masa y echó por los suelos el mito de la ‘frialdad británica’.
Su vida se convirtió en una telenovela a tiempo completo que todos querían ver, comentar y hasta vivir. Por ejemplo, la felicidad máxima con el nacimiento de sus hijos Guillermo, en 1982, y Enrique, en 1984, hizo suspirar al pueblo británico.
Fue con el nacimiento de su segundo hijo cuando el matrimonio de Diana y Carlos se debilitó por la presencia de Camilla Parker. Según declaró la propia Princesa en la entrevista exclusiva que ofreciera a la cadena BBC en noviembre de 1995: “en mi matrimonio siempre fuimos tres”.
Lady Di se rehusó a ser la esposa sumisa del Príncipe Carlos. Se cuenta de ella que odiaba el protocolo y su relación con la Reina Isabel era más bien conflictiva. Diana confesó, además, haber sufrido de bulimia y desórdenes alimenticios por la depresión a la que la llevó su crisis matrimonial.
La trágica muerte de la Princesa Diana, el 31 de agosto de 1997 en el Túnel de las Almas de París, marcó el final de una historia en el que el amor fue una quimera irrealizable, llena de contrastes y de matices.
10 años de la muerte de Lady Di
La vida de Diana estuvo marcada por la traición, el abandono y las apariencias
Se equivoca quien piense que la figura mediática de la Princesa Diana se ha extinguido. De hecho, a 10 años de su trágica desaparición, está más viva que nunca.
Lady Di, quien fuera la mujer más fotografiada de su época, era la tercera de cuatro hermanos en el seno de la familia Spencer, que compartía antepasados comunes con los Windsor, la familia real británica. La separación de sus padres, siendo aún muy pequeña, la marcó de por vida y gestó en ella el sentimiento de abandono e inseguridad.
A pesar de una educación elitista, Diana creció y se sintió siempre una plebeya. Ella quería dedicarse a algo relacionado con el teatro, la danza o la música, e incluso trabajó como niñera en Londres. Sin embargo, el destino le tendría preparada muchas sorpresas.
En 1981 Diana se casó con el príncipe Carlos, heredero de la corona inglesa, en lo que fue considerada ‘la boda del siglo’, evento que volvió loco a los medios de comunicación y al mundo entero.
La belleza natural de Diana, así como su timidez y simpleza, generó una empatía con la masa y echó por los suelos el mito de la ‘frialdad británica’.
Su vida se convirtió en una telenovela a tiempo completo que todos querían ver, comentar y hasta vivir. Por ejemplo, la felicidad máxima con el nacimiento de sus hijos Guillermo, en 1982, y Enrique, en 1984, hizo suspirar al pueblo británico.
Fue con el nacimiento de su segundo hijo cuando el matrimonio de Diana y Carlos se debilitó por la presencia de Camilla Parker. Según declaró la propia Princesa en la entrevista exclusiva que ofreciera a la cadena BBC en noviembre de 1995: “en mi matrimonio siempre fuimos tres”.
Lady Di se rehusó a ser la esposa sumisa del Príncipe Carlos. Se cuenta de ella que odiaba el protocolo y su relación con la Reina Isabel era más bien conflictiva. Diana confesó, además, haber sufrido de bulimia y desórdenes alimenticios por la depresión a la que la llevó su crisis matrimonial.
La trágica muerte de la Princesa Diana, el 31 de agosto de 1997 en el Túnel de las Almas de París, marcó el final de una historia en el que el amor fue una quimera irrealizable, llena de contrastes y de matices.
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